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#LeyendasPeruanas

El muqui es un duende minero que vive en las minas de la sierra peruana. La palabra muqui viene de la palabra quechua murik ‘el que asfixia’. Los mineros que han logrado ver a estos duendes,  los describen como un ser de estatura pequeña, es bonachón, asimétrico y camina como pato. Sus cabellos son largos, de color rubio brillante y su rostro es colorado cubierto por una larga barba blanquecina y piel llena de vellos. Su voz es grave y ronca. Los mineros refieren que emiten potentes silbidos, para anunciar el peligro y salvar mineros de su simpatía. Se dice que es muy comunicativo, y hasta incluso se comunica en los sueños.

 

Atrapar al Muqui es ambición de todo minero, pues este capturado al pedir su libertad se ve obligado a trabajar por el minero, en unos casos; en otros, lo hace depositario de una determinada cantidad de oro, con la que el minero se enriquece.

El Muqui
El Tunche

El Tunche es uno de los personajes más conocidos y más temidos de la selva. Su sola leyenda inspira terror en cuanto desprevenido habitante decide deambular por la selva profunda, dejándose vulnerable ante este ser.

Según cuenta la leyenda, el Tunche no es realmente maligno, pero tampoco benigno. Este demonio de la selva actúa de acuerdo a cómo es la persona que acecha: si es buena, dará un mensaje de buen presagio, pero si es mala, está perdida.

Como parte de sus artimañas para confundir a sus presas, el Tunche no posee un aspecto fijo. Se le ha visto con forma de ave, como un brujo y, en algunos casos, como un ser querido. Todo para atraer y/o alejar a una persona de un grupo.

La característica principal del Tunche es su silbido. Se dice que es un agudo y desgarrador sonido que avisa de su llegada a un lugar, pero que también puede deberse a la posible captura de una presa. 

La cabeza del brujo después de medianoche sale volando por las calles del pueblo y por los campos cercanos. Esta cabeza se llama Kepke porque cuando vuela emite el sonido: “kep, kep, kep”.Cuando una persona la escuchaba pasar debía persignarse y decir: “lunesta, martesta,uchuyman, kachiyman jamunki”, que significa: el lunes, el martes, por mi ají, por mi sal vendrás. Entonces el siguiente lunes o martes, siempre se aparecía una persona en la casa del que había dicho el conjuro, pidiendo que le presten o vendan sal o ají. Para ese momento se debía tener un cuero negro donde se esparcían flores de nabo; entonces se invitaba a tomar asiento al visitante, que era el brujo. Una vez sentado ya no podía levantarse. De esa manera se reconocía al brujo, cuya cabeza había volado por la noche. Esto me pasó una noche de luna hace muchos años – fue lo que me dijo la señora Augusta Masías – y te lo cuento para que te cuides de la cabeza voladora. 

El Kepke

Imagen: Joe García

Imagen: Joe García

El Chullachaqui

El Chullachaqui aparece más seguido durante el mes de diciembre y las fiestas de San Juan. Se dice que el portal a su dimensión está abierto en estas épocas.

El Chullachaqui es un duende que habita en las montañas de Tarapoto. De cuerpo pequeño, con forma de niño, pero cara de hombre mayor (lo contrario a Jerry Rivera), tiene una pata de hombre y una de chivo.

Su principal objetivo es atraer personas, sobre todo mujeres, engañándolas con diversos aspectos. Ah, por si acaso, una vez que se lleva a la persona a la otra dimensión, pasa a formar parte de su ejército de duendes. Sí, tiene un ejército de duendes.

Fantasmas en el Real Felipe

La Fortaleza del Real Felipe ubicada en el Callao, ha despertado la curiosidad del público por los misterios que encierra en su interior.

Tal es el caso del fantasma de una Reina del siglo XVIII que aparece todas las noches en las escaleras, calabozos del castillo, en los balcones y torreones del fuerte esperando algún soldado para poder llevárselo con ella. Por ello, muchas veces los soldados se han lanzado de los balcones y torreones al verla espantados de terror. Según cuenta un soldado, también se escuchan gritos desgarradores de personas en los calabozos.

Pero ¿por qué ocurren estos fenómenos? En el Virreinato controlaban los ataques de los piratas, pasando por el asedio de los libertadores para alcanzar la independencia, hasta la batalla que evitó el desembarco de militares chilenos a nuestras costas, esto es en la Guerra del Pacífico. Es así que después de tantas batallas y conflictos en la historia, prisión en sus cárceles, hambre, entre otros actos violentos que terminó con la muerte de miles de personas en este lugar, se piensa que estos fenómenos que se vive allí, son de esa misma gente, cuyos espíritus quedaron atrapados entre las paredes del recinto militar.

Las sirenas del puente Bolognesi

Si una persona transita por Arequipa y se topa con el tradicional puente de fierro Bolgnesi se dará cuenta que esta construcción imponenete tiene pegada a su risco una gigante piedra, donde creen los residentes, viven hermosas sirenas que encantan con sus melodiosos cantos a hombres ingenuos.

Esta piedra fue llamada Machiruna, se cuenta que posee una entrada a un río subterráneo (hogar de las sirenas) que se encuentra justo detrás del Río Chili.

También se cuenta que la piedra se mantiene en su lugar gracias a la fuerza de los brazos de todos los hombres que fueron atrapados por ellas.

Cuando hay celebraciones y fiestas importantes para las sirenas, salen de su hogar subterráneo a las 6 o 7 de la noche buscando jóvenes para atraparlos y divertirse a su manera.

Salen de su casa y se posan coquetamente en la gran piedra atrayendo a los incautos jóvenes que pasen por ahí, los hombres al verlas quedan encantados y no resisten a sus dulces encantos, por lo que se acercan cada vez mas a las sirenas que se presentan con largos y sedosos cabellos, siluetas hermosas y colas de bellos y brillantes colores.

Una vez que el desdichado joven es atrapado por las mujeres, desaparece entre las espumosas aguas del Río Chili y no es visto nunca mas.

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